Mapa que muestra cómo podría quedar la subida del mar tras el reverso de los polos.
La hipótesis del deslizamiento polar o reverso de los polos sugiere que han tenido lugar cambios geológicos muy rápidos en ciertas ubicaciones geográficas de los polos y del eje de rotación de la Tierra, provocando catástrofes como inundaciones, eventos sísmicos, erupciones volcánicas, etcétera.
Esta hipótesis del reverso de los polos no debe confundirse con el deslizamiento geomagnético, el reverso periódico del campo magnético de la Tierra (que cambia los polos magnéticos sur y norte). El deslizamiento geomagnético es un fenómeno mucho más aceptado entre la comunidad científica que un reverso de los polos.
Según explicaba la NASA en 2011, los científicos tienen claro que el campo magnético de la Tierra ha deslizado su polaridad muchas veces a lo largo de los siglos. Hace unos 800.000 años, el polo magnético sur se encontraba en el punto opuesto al que tenemos ahora.
Para la NASA, los reversos de los polos son fenómenos reales, no son una excepción. De hecho, calculan que se produce un reverso de los polos cada 200.000 a 300.000 años. La polaridad de la Tierra no es una constante. Los geofísicos dicen estar casi seguros que la razón por la que la Tierra tiene un campo magnético es porque su núcleo es de hierro sólido, rodeado por un océano de fluido metálico líquido, que está caliente. La corriente de hierro líquido que se encuentra en el núcleo de la Tierra crea corrientes eléctricas, que a su vez crean el campo magnético.
Aunque algunas zonas de la corteza terrestre se encuentran a demasiada profundidad para que los científicos puedan medirlas directamente, se puede calcular el movimiento en el núcleo observando los cambios en el campo magnético.
La NASA explica que el campo magnético del polo norte se ha estado moviendo hacia el norte, más de 1.100 kilómetros, desde principios del siglo XIX, cuando fue alcanzado por exploradores. Ahora se está moviendo a un ritmo más rápido, por lo que calculan que se desplaza a unos 64 kilómetros al año, cuando en el siglo XX se movía a unos 16 kilómetros al año.
El reverso de los polos en realidad es un movimiento desde el interior de la Tierra, el núcleo, para alinearse con el cometa gigante en aproximación. El Planeta X, debido a su gran tamaño en comparación con nuestro planeta, domina el magnetismo, y es a este respecto que la gravedad produce el cambio de los polos. La corteza de la Tierra se resiste al alineamiento con el cometa gigante, viéndose atrapada en un mar de empujes magnéticos. En otras palabras, la corteza de la Tierra quiere continuar con el empuje magnético de siempre, mientras que el núcleo de la Tierra, se deja llevar por el magnetismo del Planeta X. Se acumula una gran tensión entre la corteza de la Tierra y su núcleo. Esta tensión se libera cuando el núcleo de la Tierra rompe con su corteza, y se desplaza. Sin embargo, el núcleo de la Tierra arrastra la corteza terrestre consigo.
Un número creciente de científicos empiezan a mostrar su preocupación ante la posibilidad de que un reverso de los polos, que parece estar en camino, sea la verdadera causa detrás del cambio climático. No que exista un calentamiento global provocado por la contaminación que genera el hombre, ni por el Sol, o por el sobrecalentamiento de los volcanes subterráneos, sino que lentamente se está produciendo un reverso de los polos. No hace mucho, la propia NASA publicaba que había descubierto una gran grieta en el campo magnético de la Tierra.
Esta grieta en nuestro campo magnético permite la entrada de vientos solares que pueden alterar nuestro clima. No solo este reverso de los polos está cambiando el clima, sino que también está provocando cambios geológicos, como supertormentas, y cambios sociológicos.
Todo está por ver, pero el reverso de los polos de la Tierra parece aumentar rápidamente y estar afectando nuestro planeta. Pero, ¿cómo de grave será cuando se complete?
¿Cómo puede producirse un reverso de los polos?
La Tierra no es una pieza sólida de roca, sino que está formada en capas. Nosotros vivimos en la capa exterior de superficie de la corteza, formada por siete placas continentales principales y unas cuantas más pequeñas.
El núcleo interno de la Tierra consiste en hierro sólido, rodeado por un núcleo externo de hierro líquido. El manto bajo está formado por roca derretida. El manto superior y la corteza son sólidos, conectados entre sí ligeramente y que pueden deslizarse el uno contra el otro, uno de cuyos efectos es el movimiento continental. Todas las capas tienen la capacidad de moverse de forma independiente.
Bajo la corteza de la Tierra, o litosfera, a una profundidad de 50-150 kilómetros, se encuentra la astenosfera. La corteza se divide en placas, y la teoría de la placa tectónica dice que estas placas se mueven de forma independiente, a un ritmo de 1-4 centímetros al año. La acción de estas placas empujándose la una contra la otra origina las cordilleras de montañas, los terremotos y estimula la actividad volcánica.
Hay dos formas en las que podría producirse un reverso de los polos:
Tipo 1: un desplazamiento repentino y radical del eje de rotación del planeta.
Tipo 2: un deslizamiento de la corteza sólida del planeta sobre el interior derretido, de forma que cambiaría la localización polar.
Bibliografía:
- Ciencia – NASA (página en inglés) http://science.msfc.nasa.gov/
- Hesperia. NASA
- “2012. Magnetic Pole Reversal Happens All the (Geologic) Time. NASA. http://www.nasa.gov/topics/earth/features/2012-poleReversal.html
- “About Geomagnetic Reversal and poleshift”. http://thewatchers.adorraeli.com/2011/03/15/about-geomagnetic-reversal-and-poleshift/
- “Pole Shift”. John Whote. 1980.
- “Instability of the earth´s axis of rotation”. Nature. Vol. 175. T. Gold. 1955.
- “The Earth´s Shifting Crust”. Charles Hapgood. 1958.